La primera parada fue Sligachan, donde está el conocido "puente de la tuerta" donde nace una leyenda.
Visitamos el castillo de Dunvegan que tiene unos jardines espectaculares.
Hicimos varias paradas para admirar el paisaje, antes de llegar a Portree, el pueblecito donde comimos. Tuvimos suerte y al ser un día claro pudimos ver las Islas Hébridas.
Probamos el salmón de Portree en un pequeño restaurante llamada Sea Breezes.
Volvimos a Kyleakin y disfrutamos de la puesta de sol.
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L.
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